El proyecto consiste en la reforma y acondicionamiento del local para uso comercial y hostelero. Se distribuye un programa de necesidades triple: obrador de panadería, tienda y despacho de pan en planta baja, y cocina, comedor y aula de formación en planta sótano.
Se busca acercar la actividad del obrador, haciéndola visible desde la calle, para lo que se altera la distribución del programa convirtiendo la privilegiada esquina del local en escaparate de la actividad productiva diaria de la panadería.
El local se sitúa en un edificio catalogado de 1936 del arquitecto Gregorio Aspiazu, y se recupera el estado original de la fachada.