La reforma del local debía adecuar un local de grandes dimisiones con un presupuesto muy limitado: para ello, se actuó fundamentalmente en los elementos que configuran el espacio que se diseñaron para materializar un contenedor neutro, bien iluminado, donde cobrara todo el protagonismo la propia exposición, con gafas de múltiples colores colocadas sobre expositores individuales.
El mobiliario y la iluminación se diseñan también con criterios minimalistas, preponderando el color blanco que se complementa con la utilización de los colores corporativos de la tienda en el suelo y en la iluminación.